El último domingo del mes de enero se celebra el Día Mundial contra la Lepra con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad y reducir el estigma que sufren las personas que la padecen.
En 1991 la Organización Mundial de la Salud programó la eliminación de la lepra para el año 2000. La meta no se cumplió, pero se hicieron muchos avances gracias a los esfuerzos conjuntos de varias instituciones y a la distribución gratuita de medicación.
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¿Qué es la lepra?
La lepra es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria que afecta a la piel y a los nervios periféricos, las mucosas de las vías respiratorias y los ojos. Evoluciona muy lentamente. El tiempo medio de incubación de la lepra es de cinco años, aunque los síntomas pueden tardar hasta veinte años en aparecer. La enfermedad es curable siempre que se detecte a tiempo y el tratamiento consiste en una combinación de medicamentos. Sin tratamiento, además de causar deformidades y dolor crónico, la lepra compromete gravemente el sistema inmunológico.
Fue descubierta en 1873 por el médico noruego Gerhard A. Hansen. No es fácilmente contagiosa, se transmite por contacto prolongado con una persona que la padece.
Por las heridas que produce, esta enfermedad ha sido siempre considerada como maldita y se apartaba a los enfermos a lugares retirados y en muchos casos, se les abandonaba. Aún en la actualidad continua el estigma.
Tratamientos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer avance importante en el tratamiento se realizó en los años 40 con la dapsona. En los años 60 se conocieron la rifampicina y la clofazimina, juntos se añadieron, a lo que hoy conocemos como tratamiento multimedicamentos (TMM). La OMS proporciona el tratamiento multimedicamentos gratuitamente a todos los enfermos de lepra.
El TMM consiste en la administración de dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
En la actualidad para la lepra paucibacilar se recomienda una combinación de rifampicina y dapsona durante seis meses y una combinación de rifampicina, dapsona y clofazimina durante 12 meses en la lepra multibacilar, prolongándose más tiempo en casos especiales.
El conocimiento que se tiene actualmente de la enfermedad hace posible la eliminación de la misma, a lo que se tiene que sumar esfuerzos médicos, sociales, políticos y científicos.