A la hora de comenzar una actividad física, hay que tomar en cuenta muchos factores: como el objetivo por el cual la hacemos, o hasta la manera correcta de llevarla a cabo.
Sin embargo, un punto al que pocas personas prestan atención, es la hidratación a lo largo de toda la rutina de ejercicio.
Hay que recordar que al hacer ejercicio, no sólo se queman calorías. A través del sudor se pierde agua, uno de los elementos más importantes para el cuerpo humano.
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De hecho, la deshidratación después del ejercicio es una condición real y puede tener importantes repercusiones en la salud
Por eso, es muy importante que conozcas algunas de las recomendaciones generales para hidratarte al hacer ejercicio.
Toma agua antes y durante el ejercicio
Algunas personas creen que la hidratación debe esperar hasta terminar la rutina de ejercicio, pero esto no puede ser más falso.
Un par de horas antes de comenzar la actividad física, debes preparar al cuerpo con dos vasos de agua. También es importante que tomes un poco cada 15 o 20 minutos durante el ejercicio.
Cómo hidratarte durante el ejercicio
Es muy importante que designes un momento dentro de tu rutina para tomar agua. Sin embargo, si seguirás ejercitándote, lo mejor es tomar solo algunos sorbos y hacerlo de manera relajada, evitando tragos exagerados.
Cuidado con la temperatura
Lo más recomendable es que el agua que tomes (durante y después de tu ejercicio) esté a temperatura ambiente.
De hecho, debes evitar tomar agua fría, ya que puede traer muchas complicaciones para tu organismo. La primera es que tu cuerpo debe esforzarse más para calentarla a la temperatura interior.
Algunas personas aseguran que esto es "benéfico", pensando que el cuerpo quema más calorías, sin embargo, puede ser contraproducente.
Aunque es poco común, esto podría ocasionar un corte de digestión, una reacción cuando el cuerpo entra en contacto con el agua fría y que puede ocasionar hasta la muerte en el peor de los casos.
Ya lo sabes, la próxima vez que te ejercites, no dudes en seguir
