El sistema de monitoreo de la opinión pública, SISMO, presentó una encuesta que corresponde al primer cuatrimestre de 2020 sobre aspectos sociales, económicos, políticos y religiosos.
Con un abrumador 62.6 por ciento, los encuestados aprueban la gestión del presidente de la república, Daniel Ortega, quien ya cumplió 13 años de aportar a profundas transformaciones en este país en diferentes áreas, con mayor énfasis en salud y educación.
Te interesa: Nicaragua mantiene crecimiento en volumen y valor en exportaciones
De igual forma el partido, Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN, tiene una simpatía política partidaria que supera el 50.3 por ciento frente a una oposición que se encuentra en el sótano con un 10.2 por ciento.
La ciudadanía también dijo que el país está superando los acontecimientos del 2018, 70 de cada 100 nicaragüenses están de acuerdo con esta afirmación, asimismo el 60.8 por ciento dice que el Gobierno es un factor de unidad. El 61 por ciento reflejó que el Gobierno genera esperanza.
De igual forma, el 77.4 por ciento está en desacuerdo por los intentos de destituir al presidente Daniel Ortega que se perpetraron en 2018.
Social y económico
Los principales problemas que la población manifiesta es el desempleo con un 24.2 por ciento, sobresale el interés de la situación económica con un 50.9 por ciento, situación sanitaria 24 por ciento, políticos 11.6 por ciento.
63.9 por ciento considera que la situación del empleo va a mejorar en los próximos meses. El 63.8 por ciento opinó que la situación va a mejorar, el 74.8 por ciento tiene esperanza y buenas expectativas.
El 92.7 por ciento sostuvo que no ha sido víctima de ningún delito, por lo que se considera una muy buena tasa de seguridad ciudadana. El 63.2 por ciento dice que el trabajo que ejecuta la institución policial es profesional, el 61 por ciento califica de positivo el trabajo.
El 57.3 por ciento indicó que la democracia es vivir en paz y libertad. Más del 70 por ciento no está de acuerdo en la violencia y golpes de Estado.
Que si el diálogo es un mecanismo que los nicaragüenses muestran que debe resolver conflictos, el 96.6 por ciento está de acuerdo. El 80.4 por ciento está de acuerdo que Nicaragua debe de retomar el rumbo que tenía antes de abril de 2018.
Rechazaron el 90.9 por ciento la afirmación que no importaba el daño a la economía. El 93.4 por ciento está en desacuerdo que los tranques son una invención extraordinaria.
El 71.8 por ciento desaprueba que la comunidad internacional debe de dar los pasos para asfixiar el Gobierno.
Religión
El 43.5 por ciento dice ser católico en Nicaragua, con un descenso de 53 por ciento. Las denominaciones evangélicas son el 30.1 por ciento.
Se entrevistaron a personas mayores de 16 años, es una encuesta urbana y rural, en 63 municipios, un universo de más de 5 millones de personas, en el cual se entrevistó a 1 mil 600 nicaragüenses.
El análisis de la encuesta
“Se ha mantenido constante lo de la simpatía, es el partido que trabaja y lo vemos en todas las comunidades; jornada de salud, en la lucha contra el COVID-19, inaugurando obras, un partido que siempre está activo y que la población lo ve, eso genera simpatía y se traduce en votos. La gestión de Gobierno muy valorada, la gente ve cómo estamos superando las consecuencias del 2018 y a pesar de la situación del COVID-19, el país no se ha detenido, se están inaugurando obras, puestos de salud, carreteras, la gente lo ve y valora y eso le da el voto de confianza con el Gobierno”, expuso el analista Adolfo Pastrán, director del boletín electrónico, Informe Pastrán.
“Queda claro que la gestión de Gobierno es percibida de forma positiva, de alguna manera alimenta las expectativas de las familias de mejorar su situación. El pueblo da el reconocimiento de un liderazgo, que han percibido de un Gobierno que ha sido muy tenaz en cuanto a la reivindicación de derechos”, manifestó el analista Cairo Amador.
Economía, la mayor preocupación
“Refleja la encuesta la preocupación de los nicaragüenses por el aspecto económico, en los últimos años, siempre ha sido una constante. Se nota una esperanza permanente por un futuro mejor que siente que estamos superando las consecuencias de los daños económicos que provocó la asonada política
