Doña Virginia Gómez, vendía en un toldo tacos, a las afueras de una Universidad de Managua, pasó el tiempo, soñó en grande y apuntó a una de sus metas, tener su propio restaurante.
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Su fe en Dios, la perseverancia, creatividad en los negocios y el apoyo de su familia, son elementos claves que le permitieron despegar en su emprendimiento.
En 2008, con el inicio de operaciones del puerto Salvador Allende, tenía un pequeño local, pero luego se amplió a un rancho y ahora tiene una clientela fiel.
“Como emprendedora y dueña de negocio, mantenernos firmes en la fe, lo primero en Dios, lo que no se hace con Dios se cae, sin la voluntad de Dios, ni una hoja se mueve, creer en nosotros mismos y ser positivos, porque si no estamos así, todo lo negativo se va todo el pueblo. Si somos positivos, atraemos a las personas, atraemos al dinero”, indicó la destacada empresaria del puerto Salvador Allende.
Historia de éxito
“Hace 25 años comenzamos vendiendo tacos de pollo, luego en 2008 venimos acá, fue donde crecimos, aguantando sol y lluvia, nos abrieron las puertas, fuimos creciendo con la clientela, luego compramos otra casa que está afuera, ahí construimos casa Los Takipollos, donde se venden asados, comidas típicas y rápidas, también tenemos en un centro comercial, donde vendemos todo tipo de comida bufete”, manifestó García.
En la actualidad da empleos a más de una docena de nicaragüenses y tiene planes de ampliación en los próximos meses.
Indicó que trabaja de manera coordinada con el Ministerio de Economía Familiar. “Hacemos alianzas en comprarles productos, nos mandan clientes, así que es mutuo con la institución”, indicó.
En la actualidad, ranchitos, Los Takipollos, se ubica en la primera etapa, del puerto Salvador Allende.
