Rabat, 17 feb (EFE).- La policía marroquí arrestó hoy al propietario de un taller de confección clandestino en la ciudad de Tánger, en el norte del país, donde el pasado 8 de este mes murieron 29 obreros, la mayoría mujeres, ahogados por una inundación producida en el sótano donde trabajaban.
La Fiscalía, que ordenó esa detención y no descarta que haya más arrestos, precisó que el dueño de esa unidad, que ha pasado varios días en un hospital a causa de heridas sufridas durante el accidente, está acusado de homicidio por error, heridas involuntarias y violación del derecho laboral, cargos por los que será juzgado próximamente.
El taller de confección inundado por un fuerte temporal de lluvia y que en el momento del accidente tenía dentro a unas cuarenta personas, estaba situado en el subsuelo de un chalet, en un barrio residencial del sur de Tánger, y funcionaba de forma continua desde hace tres años, según los medios locales.
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A pesar de que las autoridades de Tánger dijeron en un primer momento que se trataba de una unidad «clandestina«, diferentes informe periodísticos aparecidos posteriormente demostraron que el taller estaba dado de alta y servía a sus proveedores con normalidad, pero, al parecer, su ubicación en el sótano de una vivienda residencial era irregular.
Aún no ha quedado demostrado cuál era la o las empresas para las que trabajaba el taller textil, pese a que han circulado varios nombres, entre ellos firmas españolas.
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Siendo uno de los peores accidentes laborales en los últimos diez años en Marruecos, la prensa marroquí comparó el incidente de Tánger con el incendio en la fábrica de colchones «Rosamor» de Casablanca en 2008, en el que murieron 55 obreros.