Marie McCourt, la madre de una joven asesinada hace más de treinta años en Reino Unido, tendrá que pagar los costes judiciales de Ian Simms, sentenciado en 1989 como el autor del delito, después de que el juez denegara su solicitud de impedir que el condenado saliera en libertad condicional, informa el diario The Sun. La ley que McCourt usaba como argumento en el proceso entró en vigor después de que el Consejo encargado autorizara la liberación del condenado por la muerte de su hija Helen.
En 1989, Simms fue acusado y condenado a cadena perpetua con un plazo mínimo de 16 años, sobre la base de una prueba de ADN, si bien nunca se declaró autor del delito. El cuerpo de Helen, de 22 años, que desapareció en 1988 cuando regresaba del trabajo en la localidad de Billinge, nunca fue encontrado.
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La madre de la víctima apoyó una campaña para promulgar una ley, conocida como 'La Ley de Helen', que prohíbe la libertad condicional a los asesinos que no revelan dónde están los restos de la víctima. La ley fue aprobada, pero el Consejo para la Libertad Condicional autorizó la salida de prisión para Simms antes de que entrara en vigor.
McCourt emprendió un proceso judicial para impedir que el condenado fuera liberado, pero la Corte Suprema concluyó que la decisión del Consejo fue justificada y le ordenó pagar 40.000 libras (más de 53.000 dólares) en concepto de gastos judiciales de Simms, que salió de prisión en febrero de este año.