Rosa Urbina y sus dos hijos desde hace tres meses se dedican a la elaboración de crocantes a base de azúcar y maní. Diariamente elaboran 30 libras de maní, dicho producto lo salen a vender a la capital Managua con el carisma que caracteriza a los dos jóvenes Henry y Francisco Duarte.
Trabajan de lunes a viernes. Según el comportamiento de las ventas elevan o disminuyen la producción.
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Los dos jóvenes de 17 y 18 años junto con su mamá elaboran los crocantes con mucho amor y cumplen con las medidas de higiene y seguridad para vender un buen producto de calidad.
Trabajo digno
"Quienes quieran comprar o apoyarnos con su compra, vendemos en las diferentes rutas de la capital, en el mayor tiempo andamos en el sector del Mercado Iván Montenegro y en El Mayoreo. Todo cliente que prueba nuestro producto queda encantado", señaló Francisco Duarte.
"Me siento muy orgulloso de trabajar con mi mamá y hermano porque no tenemos jefes, nadie nos manda y nos quedan muy buenas ganancias, de lunes a viernes trabajo haciendo y vendiendo los crocantes. Estoy en cuarto año de secundaria en el colegio público Andrés Castro, estudio sabatino; los días domingo hago las tareas (…) Invito a todos los jóvenes a que se dediquen a estudiar y a trabajar, no andar en malos caminos. Cuando sea grande, mayor de edad, quiero ser ingeniero civil", manifestó Henry Duarte.
"Gracias a Dios, a nuestro esfuerzo y trabajo como familia hemos salido adelante. En un futuro esperamos aumentar el volumen de produccion para generar empleo a personas que quieran trabajar dignamente", dijo la madre de esta familia.
El negocio familiar de crocantes está ubicado en Tipitapa, de la Acera Alta media cuadra al sur.