¡Ya está aquí la final de la Eurocopa! La batalla de Wembley se anuncia furiosa, ruidosa y emocionante entre la sólida Inglaterra, con una ambición incrementada por la masiva presencia de sus aficionados, y una Italia hambrienta por recuperar su corona, el domingo en Londres.
A medida que se aproxima el día de la final, aumenta la presión, pero los rivales hacen como si nada. Como si disputar una primera final desde el Mundial-1966 no provocara temblores en las piernas de los ingleses. Como si medirse a un público hostil no preocupara a los italianos.
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Un partido así «es enorme y el hecho de que sea en Wembley lo hace todavía más especial», pero el defensa John Stones no perderá el sueño por la idea de medirse a la ‘Nazionale’.
«Vamos a jugar en su casa, pero eso no nos asusta», descartó de su lado Leonardo Bonucci.
En cualquier caso, el mítico estadio del noroeste de Londres esperaba una fiesta así desde hace mucho tiempo. Ya fue aquí donde la selección de los ‘Tres Leones’ consiguió su primer y último título al levantar el Mundial hace más de medio siglo, bajo la batuta de Alf Ramsey.
DT de Inglaterra: «Solo pensamos en jugar al fútbol»
? 1 DAY TO GO! ?
The #EURO2020 final is almost upon us ? pic.twitter.com/9ghsA2mvF4
— UEFA EURO 2020 (@EURO2020) July 10, 2021
En 1966, el actual seleccionador inglés, Gareth Southgate, no había nacido. El elegante técnico de 50 años, caracterizado por su calma británica, forma parte de esta generación que encadenó una desilusión tras otra. En semifinales de la Eurocopa-1996, en un Wembley lleno hasta la bandera, fue él quien falló el último penal en la tanda contra Alemania (1-1, 5-6 penales).
El defensa del Aston Villa sufrió durante mucho tiempo insultos y críticas, pero esa mala época ya terminó. Ahora los seguidores ingleses cantan a su gloria en el metro, los pubs o en el estadio.
El domingo la euforia se desatará nuevamente en Wembley, como el miércoles en la victoria conseguida en la prolongación frente a Dinamarca (2-1) por el capitán de Inglaterra Harry Kane y compañía, delante de 64.950 espectadores, cifra calculada por la UEFA.
La policía británica ha pedido a los aficionados locales que eviten las aglomeraciones en las horas previas al partido debido al aumento de casos de covid-19 ligados a la variante Delta.