Alcaldía de Río autoriza 10% de aforo para final

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ARCHIVO - En esta foto del 13 de mayo de 2014, muestra el Estadio de Maracaná, detrás de la estatua de Cristo Redentor en Río de Janeiro (AP Foto/Felipe Dana, archivo).

La alcaldía de Río de Janeiro aprobó el 10% de aforo en el estadio de Maracaná para la final de la Copa América que se realizará este sábado entre el anfitrión Brasil y Argentina.

Sin embargo, la medida no implica que vayan a venderse entradas para el público en general. Más bien, esas personas cuya presencia se ha autorizado, acudirán al recinto mediante invitaciones o acreditaciones expedidas por la CONMEBOL y cumpliendo con una serie de restricciones.

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Mediante una resolución publicada el viernes en el Diario Oficial de la localidad, la alcaldía informó que había tomado la decisión atendiendo un pedido de la CONMEBOL, que “presentó protocolos de operación y acreditación, con la adopción de mecanismos para la salud de los involucrados y utilizando herramientas adecuadas para la prevención del contagio del COVID19”.

El secretario de salud de la ciudad Daniel Sorans emitió los parámetros en los que se precisa que podrá ocuparse hasta el 10% de cada sección del estadio, que tiene una capacidad total de 78.000 personas.

En la final de 2019, el Maracaná recibió a unos 60.000 aficionados. Brasil se impuso 3-1 a Perú.

Recién en enero, la postergada final de la Copa Libertadores de 2020 entre Palmeiras y Santos se llevó a cabo en el Maracaná. Asistieron unos 5.000 espectadores pero casi todos se concentraron en el mismo espacio, sin respetar las reglas de distanciamiento social.

Las nuevas medidas buscan evitar que se repita esa situación.

Normas del Covid-19 en la Final

Los asistentes deberán guardar una distancia mínima de dos metros entre cada persona o familia en el graderío, añade la resolución. Explica que la CONMEBOL se comprometió a que todos los espectadores invitados deberán presentar una prueba negativa de coronavirus.

“Habrá un gran espaciamiento entre las personas y, hasta donde entiendo, todos los asistentes serán invitados de la CONMEBOL, sometidos a pruebas”, dijo Paes durante una conferencia de prensa.

Brasil asumió de improviso la organización de la Copa América, pospuesta un año por la pandemia, luego que Colombia y Argentina quedaron descartadas como coanfitrionas.

La decisión de llevar a cabo el torneo en un país con altos niveles de contagios y muertos por el coronavirus causó controversia. Antes del certamen, surgieron reportes de que los jugadores brasileños estuvieron cerca de boicotearlo. No se comprometieron a participar sino hasta unos días antes del 13 de junio, cuando jugaron el encuentro inaugural.