Una efigie de madera descubierta hace más de 80 años en el antiguo templo de Pachacámac, a unos 30 km al sur de Lima, fue venerada durante alrededor de siete siglos antes de la llegada de conquistadores españoles y estaba policromada, determinaron los autores de un estudio publicado este miércoles en la revista PLOS One.
Pachacamac es un santuario inca que estuvo en funcionamiento durante los siglos XV y XVI en la costa peruana
En 1533, el complejo de Pachacámac, entonces el principal santuario del Imperio inca, fue conquistado por Hernando Pizarro. Un cronista cuenta que, al ver la estatua, " el capitán mandó deshacer la bóveda donde el ídolo estaba y quebrarle delante de todos ".
Lee también: Captan los "cuernos del diablo" en la costa de Qatar (FOTOS)
Por ese motivo, cuando en 1938 el arqueólogo estadounidense Albert Giesecke halló en el llamado Templo Pintado del complejo una escultura completa de 2,34 metros de altura y 13 centímetros de diámetro, no se pensaba que pudiera tratarse del mismo ídolo.
Para resolver el enigma, investigadores internacionales sometieron a un fragmento de la pieza a una datación por radiocarbono y descubrieron que había sido tallada entre los años 760 y 876.
Los científicos también han determinado la policromía original de la estatua. “Se observaron rastros de colores en sus diferentes secciones usando microscopía portátil y espectrometría de fluorescencia de rayos X, lo que condujo a la identificación de pigmentos minerales amarillos, blancos y rojos, incluida la presencia de cinabrio”, escriben en un estudio publicado en la revista PLOS ONE .
Desde que fue hallado el ídolo, los arqueólogos se preguntaron si su color rojo intenso se debía a sangre derramada sobre la madera durante algún tipo de prácticas de sacrificio. Lo que han encontrado ahora los científicos es que hay blanco en los dientes de un personaje y amarillo en ciertos tocados.
Más interesante aún. Los investigadores pudieron determinar la composición química de los pigmentos y mostrar que el rojo no es sangre sino mercurio, probablemente derivado del cinabrio, un mineral de mercurio conocido durante más de 2.000 años en la región en esta región de los Andes.
Todo ello indica que la efigie tenía una gran importancia y probablemente se trate de la auténtica escultura de Pachacámac, que, por algún motivo, no fue destruida por los españoles, señala la autora principal del estudio, Marcela Sepúlveda, de la Universidad de Tarapacá (Chile).