El Gobierno de Estonia reabrirá escuelas e iniciará el regreso a la normalidad previa a las medidas aplicadas contra la pandemia el próximo 15 de mayo, aunque con una apertura gradual en algunos ámbitos.
El Ejecutivo estonio aprobó el lunes un calendario para levantar las restricciones a las libertades personales, la actividad comercial y la vida pública que fueron impuestas a mediados de marzo.
Medios locales informan este martes de que la situación en Estonia ya ha alcanzado una segunda fase con la estabilización de la propagación de la COVID-19, lo que permite el levantamiento de algunas de las restricciones impuestas en la primera fase.
Según el plan oficial, la reapertura del 15 de mayo incluirá la de escuelas e instituciones educativas.
La tercera fase del plan gubernamental incluye el retorno gradual a la normalidad de empresas, instituciones educativas y vida social, aunque con la posibilidad de reinstaurar medidas si fuera necesario.
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Los socialdemócratas estonios, en la oposición, han criticado el plan porque aseguran que permitirá reabrir más rápidamente centros comerciales y edificios públicos y que el criterio debería ser el número de hospitalizados por COVID-19, puesto que las medidas fueron impuestas para evitar que colapse el sistema sanitario.
Aunque la situación de alarma en el país acabe a mediados de mayo el ente público de radiotelevisión ERR informó de que todos los eventos públicos están suspendidos hasta finales de junio, incluidas las celebraciones veraniegas, tradicionales en las tres repúblicas bálticas.
Se trata de eventos sociales que a menudo se celebran en el campo, aunque la capital letona, Riga, ha organizado fiestas en la ciudad en los últimos años.
También está previsto levantar medidas de restricción en parques infantiles y zonas de ejercicio, aunque se mantendrán reglas de distancia social y no se permitirá agrupaciones de más de dos personas sin que les separen dos metros.
Sí se levantarán completamente el 18 de mayo las restricciones de viaje a las islas estonias del Báltico, donde se detectó el origen de la pandemia en el país tras la visita de un equipo de voleibol italiano el pasado febrero, informó este martes el ministro de Justicia, Raivo Aeg.
El Gobierno todavía está estudiando los límites que se mantendrán en los eventos públicos, que deberían ser levantados en agosto y medios locales informaron de que podrían ser de mil asistentes, aunque quizás el máximo será solo fijado en algunos cientos.
En Estonia se han registrado un total de 1.660 casos de COVID-19, según datos de la universidad estadounidense Johns Hopkins, que informa de que los muertos ascienden a 50. EFE