PARÍS (AP) — Pequeños grupos de manifestantes con chalecos amarillos salían el sábado a las calles en París y otras ciudades en Francia, aun cuando su movimiento parecía haber perdido fuerza.
Decenas de personas se congregaban en la elegante avenida de los Campos Elíseos, escenario de disturbios a principios de diciembre. La policía mantiene una estricta vigilancia aunque al igual que los manifestantes en un número menor a los anteriores fines de semana.
Los inconformes censuran al presidente Emmanuel Macron, que ha cedido a varias de sus demandas a favor de una reducción de impuestos y asistencia económica.
Sin embargo, muchos continúan molestos con el gobierno pro empresarial de Macron y continúan bloqueando arterias viales en glorietas en diversas partes del país.
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El movimiento comenzó el 17 de noviembre como una protesta contra los impuestos a los combustibles y los chalecos de color amarillo fluorescente hacen alusión a la prenda que deben llevar los automovilistas franceses.
EN VIVO: Manifestación de los 'chalecos amarillos' en París https://t.co/aTaEjwM56p
— RT en Español (@ActualidadRT) December 29, 2018
Este movimiento, que empezó a mediados de noviembre, disminuyó durante las últimas semanas: el 22 de diciembre hubo 38.600 manifestantes, la semana anterior habían sido 66.000, mientras que en el primer sábado de protestas, el 17 de noviembre, se manifestaron 282.000 personas, según datos del gobierno francés.
No obstante, según varios miembros de este movimiento transversal, surgido de forma espontánea, la desmovilización se debe a las fiestas de Navidad y predicen una fuerte movilización en enero, a pesar de las concesiones del gobierno.