En la ciudad de Rivas, la familia Herrera ha mantenido viva por más de 100 años la celebración de la Purísima Concepción de María, donde el fervor mariano ha prevalecido de generación en generación.
Hablar de la Purísima de esta familia en Rivas, es hablar de historia, tradición y fervor que ha prevalecido en cada miembro de la familia de Doña Toñita Herrera, en el barrio Plaza San Pedro de esta ciudad al sur de Nicaragua.
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“Es un gusto y muy justo tener en nuestras casas una imagen de la Santísima Virgen, mí mamá se esforzaba por la Virgen, lo que fuera daba por ella, la imagen original fue robada de esta casa. Para tiempos de la guerra se la llevaron porque tenía una coronita de oro. Mi mamá lloraba por ella, entonces la fuimos a comprar a Masaya, que es la imagen que actualmente tenemos y veneramos en familia"
Reina de la familia
"La Virgen es la reina de esta familia, aquí rezamos su novena todos los años porque no ha hecho muchos milagros y nos mantiene saludables”, dijo muy feliz Doña Antonia Herrera, devota de la Purísima.
Durante todo el año, hijos, nietos y toda la familia se prepara para la magna celebración que se realiza posterior al 7 de diciembre.
María Asunción Herrera, hija de Doña Toñita, dijo que todos los años compran una alcancía, la que van llenando de dinero entre todos, también reciben apoyo de familiares y amigos que viven el extranjero, lo que les ayuda a celebrar con mucha alegría a la madre de Dios.
La Purísima de las Herrera, es una de las primeras en celebrarse en la Ciudad de los Mangos, ellos aseguran que no dejarán morir la tradición e instaron a los fieles católicos de Nicaragua a celebrar la Purísima con mucho respeto, fe y amor