Los mitos y leyendas salieron a las calles de Masaya como cada octubre hace más de doscientos años que se mantiene estas tradiciones autóctonas, el recorrido tradicional inició en la parroquia María Magdalena para luego dirigirse a la loma de Sandino, la principal calle de Monimbo y siguiendo al centro de la ciudad.
"Ando de chancha bruja, este es un espanto que se dice que embrujada a los hombres que salían a emborracharse a nosotros como Masaya nos gusta mantener nuestras costumbres y esto es alegría, por eso participamos", mencionó Valeria Castro.
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"Ahorita mi traje representa a la muerte que viene a buscar las almas que se portan mal, ando con mis hijos y siempre tratamos de ponernos atuendos similares para entonar y que se vea bonito nuestro disfraz, el anda su traje también de la Kirina y más que todo nos gusta porque son distracciones sanas para la familia", añadió Xochil Hernández.
Los Masaya luchan por mantener vivo el legado generacional a través de las costumbres es por esta razón que en su mayoría las personas que participan de esta algarabía lo hacen con trajes que representan los mitos y leyendas propios de Nicaragua como la carreta Náhuatl, la chancha bruja o la bruja del volcán.
"Como tradicionalistas nos unimos a estas expresiones culturales como lo es la noche de agüizotes preservando nuestras costumbres y tradiciones como lo hacían nuestros abuelitos", manifestó la tradicionalista Martha Toribio.
"Como agüizotes del malinche este año llevamos la representación de la carreta Náhuatl acompañada de sus adornos propios de nuestra ciudad, muy auténtica", continuó Toribio.
"Nosotros venimos de Managua disfrutar de este día porque los masayas son alegres y eso necesitamos en estos tiempos, no podíamos perderlos este momento en que se vive algo propio muy diferente a otros países como el Halloween", puntualizó Carlos González.
La noche de los agüizotes además de promover el arte y la cultura de este pueblo también proyecta el dinamismo económico de las familias que aprovechan para ofertar diferentes productos y los negocios como cafeterías, bares, entre otros abren sus puertas para atender con esmero a la ciudadanía.