Las mujeres del campo sobreviven de la venta de tortillas arrimadas, únicas e inigualables en el Dulce Nombre de San Marcos, todos los días estas mujeres emprendedoras echar a andar su esfuerzo y trabajo palmeando las exquisitas tortillas arrimadas.
Las "arrimadas" así son conocidas, estas deliciosas tortillas que tienen una peculiaridad pues se caracterizan por ser grandes y tostadas", así lo expresó Doña Kenny Navarro, quien por años se ha dedicado a vender tortillas en la comunidad Dulce Nombre de San Marcos, ubicada a unos trece kilómetros de la carretera Sur sector La Danta.
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"Aquí la labor la iniciamos a las tres de la mañana, desde que ponemos el maíz al fuego y luego vamos al molino, iniciamos a palmiar para que ya a las seis de la mañana ya hay tortillas arrimadas, para los que salen a trabajar al campo o a la cantera, ya pasan buscando sus tortillas para desayunar", expresó Doña Kenny, mientras alistaba las tortillas para vender.
A escasas cuadras también Doña Paula Calero palmea las tortillas, afirma que desde la edad de diez años inició a echar tortillas, y ahora lo hace para mantener a su familia, mientras su esposo trabaja la tierra sembrando maíz y frijol.
Economía
"Aquí es al gusto de la gente, son muy buscadas sobre todo porque son sabrosas, las puede acompañar con frijolitos fritos, cuajada fresca, leche agria. Aquí hago más arrimadas que tortilla suave", dijo Doña Paula, mientras despachaba a sus clientes desde su hogar.
En esta comunidad ya es parte de la gastronomía típica el comer estas tortillas deliciosas, estas mujeres esperan poderse dar a conocer en todo el departamento, y el país para que sus tortillas sean reconocidas a nivel nacional.
Estas peculiares tortillas son más complicadas de hacer, afirman estas comerciantes pues llevan más trabajo, más tiempo y sobre todo arte para que queden ralas y grandes en el plástico y posterior saberlas echar en el comal, luego son puestas a la orilla del fuego para que sólo les llegue el calor de las brasas y listo, ya están sus tortillas arrimadas.
A diario son muchas mujeres que desde sus hogares elaboran alimentos para vender, y así sacar adelante a sus familias pues las bendiciones que la Madre Tierra da, deben ser aprovechadas al máximo.