León se prepara para venerar a la Asunción de María este 14 de agosto con la Gritería Chiquita. Son miles de familias las que preparan altares, arreglan sus imágenes y ya tienen la tradicional gorra de esta fiesta mariana.
En el barrio San Felipe, cuna del grito, la familia Vanegas Soza cumple otro año honrando a la Madre de Dios, como parte de una tradición que viene de generación en generación en acción de gracias porque la Virgen María protegió a la ciudad de la furia del Cerro Negro.
Lee también: Lanzamiento de las fiestas patrias en Nicaragua desde la Hacienda San Jacinto
“Se creía que León se iba a perder como León Viejo, igualito, pero no, gracias a la intercesión de Nuestra Madre Santísima, la Virgen María, cesó la erupción de repente, milagrosamente, la mañana del 15 de agosto”, dijo el joven apasionado por la historia, Moisés Pereira.
Es así como la diócesis madre de Nicaragua ya está lista para honrar a la Virgen de la Asunción, en una fiesta que surge de una promesa de amor y agradecimiento hace 73 años.
“Significa el amor que esta madre nos tiene a nosotros; el fervor mariano que todos los leoneses traemos desde que nacemos y lo traemos en el corazón”, expresó Pereira.
Fervor mariano
Los miembros de esta familia ya están preparados para honrar a la causa de tanta alegría, pero ahora en tiempos de pandemia.
“Año con año se prepara con mucho amor, mucha devoción y respeto a la Virgen María, la elaboración del altar y la gorra tradicional para compartir con las personas que vienen a visitar el altar”, comentó el joven Dauer Hernández.
Aseguran que tomando todas las medidas, no pueden dejar de honrar a quien consideran la protectora e intercesora del pueblo devoto y a quien honran a través de esta hermosa imagen de vestir, típica de los hogares leoneses.
“Hay un impacto mucho más fuerte por lo bonito, por la belleza que contiene, y ya no solo de la persona que la tiene, sino las personas que visitan cada altar y hacen una expresión: ¡Qué bella que es la Virgen! ¡Qué linda está su imagen!”, valoró Dauer.
En el sector del barrio indígena de Sutiaba, Edwin Crespín ultima detalles para elaborar uno de sus esplendorosos altares, con los cuales en varios años ha sido ganador de concursos promovidos por la comuna leonesa.
“Tengo 19 años de celebrarla en lleno, ya que estando jovencito la celebraba con mi madre cuando estaba viva y últimamente yo me quedé con el fervor de gritar a la Virgen cada año”, destacó el propietario del Taller Ángeles y Telones.
Además de hermosas figuras en poroplast elabora telones, ángeles en playwood y todo tipo de figuras artísticas para sus altares o los de particulares que piden su trabajo para adornar la fiesta de la Gritería, que se estará haciendo en tiempos de pandemia.
“Con mucha más razón debemos celebrarla, ya que se hizo esa petición hace 73 años y esta vez, por lo que está viviendo el mundo, es con más fervor que se está pidiendo a la Madre Santa”, puntualizó el artista leonés.
Es así que los altares, gorra y las tradicionales imágenes de vestir ya están listas para que este 14 de agosto, con las medidas necesarias, el pueblo leonés grite con fe y amor en honor a la causa de tanta alegría, la Asunción de María.
