La mañana de este viernes 21 de febrero, el presidente de la Asociación de la Academia de la Lengua Española, Santiago Muñoz, visitó, la ciudad colonial de León y junto a otros académicos nicaragüenses depositaron ofrenda floral en la tumba del poeta universal Rubén Darío, máximo representante del modernismo literario en lengua española.
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“Rubén Darío es uno de los poetas más grandes que se ha generado nunca, todos hemos aprendido a leer poesía con Rubén y todos hemos sentidos muchas emociones con su literatura, de modo que muy orgulloso, muy feliz que el director de la Lengua Española nicaragüense se le haya ocurrido esta feliz idea de venir a visitar León, y conocer esta maravilla tan emocionante de la tumba de Rubén Darío”, detalló Muñoz.
Después de realizar un recorrido por la Basílica Catedral de la Asunción, la delegación se trasladó al museo archivo Rubén Darío, donde conocieron más de la vida del Príncipe de las Letras Castellanas.
“La academia es la rectora de nuestro idioma y lo que significó Rubén para nuestro idioma español, el reformador de nuestro idioma, el que revivió el idioma español, el que puso a América Latina al frente de la literatura mundial. Que esté aquí el director de la academia, en una gira por Nicaragua y otros países, y que visite la casa de Rubén Darío, es algo muy importante para nosotros”, destacó Miguel Martínez, encargado del museo.
Creada por la RAE
La Academia de la Lengua Nicaragüense fue creada por la RAE el 31 de mayo de 1928, establecida un 08 de agosto y el 09 de agosto se tomó posesión de la misma.
“Ninguna academia del área a publicado más libros que nosotros institucionalmente como academia y si contáramos los libros que los académicos han hecho de su autoría, seguramente que rebasamos los 1500 títulos”, dijo Francisco Arellano Oviedo, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua.
“De aquí han salido muchos proyectos muy interesantes para la lengua española, ahora toca afinar, desarrollar y ejecutar esos programas y mi presencia en nicaragua, corresponde con esos ajustes de esta misión, para repartir los trabajos y coordinarlos lo mejor posible”, concluyó Santiago Muñoz, director de la Real Academia Española.
