Un equipo internacional de científicos ha descubierto en Filipinas los restos fósiles de tres nuevas especies de ratas gigantes, que eran el doble del tamaño de una ardilla gris y que se extinguieron hace apenas unos pocos miles de años.
El hallazgo tuvo lugar en unas cuevas de la isla filipina de Luzón, y en un estudio publicado este viernes en la revista Journal of Mammalogy sus autores sugieren que la fauna de esa isla era más diversa en el pasado reciente de lo que es en la actualidad.
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Los investigadores encontraron dientes y fragmentos de huesos, que tras analizarlos se determinó que pertenecían a tres especies de roedores conocidos como ‘ratas gigantes de las nubes’. El hábitat de esos mamíferos fueron las copas de árboles de los bosques nublados de Filipinas. Esos animales pesaban aproximadamente 1 kilo y eran «gigantes entre los roedores».
Su extinción
Lawrence Heaney, del Museo Field de Chicago (EE.UU.) y uno de los autores del estudio, afirma que esas ratas eran «muy lindas», se alimentaban de plantas y que su digestión era similar a la de las vacas, porque fermentaba el alimento consumido. «Las más grandes se habrían parecido a una marmota con cola de ardilla», sostiene Heaney.
Esos roedores coexistieron con el ‘Homo luzonensis’, una antigua especie humana que vivió hace unos 67.000 años. Pero dos de esas especies de ratas se extinguieron hace unos 2.000 años o incluso más tarde, cuando se introdujeron en Luzón múltiples especies de mamíferos exóticos, tanto domésticos como invasores.
Los científicos sugieren que los humanos contemporáneos desempeñaron un papel en la desaparición de esos animales, que pudieron haber formado parte de la dieta de nuestros ancestros.