Dos físicos de Chile y EE.UU. creen que los seres humanos podrían aprovechar algún día la enorme energía que albergan los agujeros negros. Los científicos aseguran que para conseguirlo habría que cortar líneas del campo magnético y reconectarlas, algo que es imposible actualmente debido a lo lejos que se encuentra la Tierra de cualquier agujero negro, pero que podría ser factible en un futuro lejano si nuestro planeta se acerca lo suficiente a alguno de estos objetos celestes.
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Para extraer energía de un agujero negro, sería necesario que nuestro planeta se encontrara en la llamada ergosfera, es decir, la región exterior del agujero. En esa zona, parte del material cósmico que llega todavía puede escapar íntegro y evitar caer al horizonte de sucesos que esconde el interior del agujero, pero la rotación del campo gravitatorio arrastra consigo el espacio-tiempo ya a esta altura.
Además, es imprescindible que el agujero gire lo suficientemente rápido y que el plasma que lo rodea esté fuertemente magnetizado, precisan los investigadores en un artículo publicado este enero en Physical Review D.
La alta velocidad relativa entre las corrientes del plasma capturadas por el agujero y las que escapan del mismo es lo que hace posible la obtención de energía en grandes cantidades. Lo más impresionante que caracteriza este proceso es la eficacia de la reconexión magnética y la energización del plasma, que alcanzaría un valor máximo de 3/2, es decir, del 150 %.
Esta cantidad de energía es mucho más alta de lo que pueda generar "cualquier planta de energía que opere en la Tierra", comentó Felipe Asenjo, uno de los dos autores del estudio y profesor asociado en la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile). No obstante, el científico considera posible alcanzar una eficacia superior al 100 % "porque los agujeros negros pierden energía, que se entrega de forma gratuita al plasma que escapa".
Aprovechamiento
Es posible que el proceso de extracción de energía descrito en el artículo ya esté funcionando en el espacio y se manifieste en las erupciones de agujeros negros en forma de intensas explosiones de radiación que se detectan en ocasiones desde la Tierra. Lo nuevo sería tratar de aprovechar este proceso natural gratuito, algo que podría resultar útil "dentro de miles o millones de años", cuando la humanidad podría afrontar el desafío de "sobrevivir cerca de un agujero negro sin aprovechar la energía de las estrellas", indica el otro coautor, Luca Comisso, de la Universidad de Columbia.
Un mejor conocimiento de cómo se produce la reconexión magnética en la mencionada ergosfera podría ser también "crucial para guiar nuestra interpretación de las observaciones actuales y futuras de los agujeros negros con telescopios", añadió Asenjo.