Arqueólogos de la Universidad de Bergen excavaron en abril pasado los restos de una tumba de la Edad del Hierro en el yacimiento de Ytre Fosse, en la costa oeste de Noruega, y realizaron un sorprendente hallazgo para una sepultura: 18 fichas de un antiguo juego de mesa y un dado que se remontan a principios del siglo IV d. C.
El dado, de forma alargada, es de una variedad muy rara, exclusiva del Imperio romano entre los siglos I y IV, señalan los expertos del museo universitario. Sin embargo, dados semejantes ya habían sido encontrados en Escandinavia en un antiguo mercado de armas en la localidad danesa de Fyn, donde también se halló un tablero.
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Probablemente, este juego con fichas redondas estaba inspirado en el romano Ludus latrunculorum, literalmente, 'juego de ladrones', y era jugado por las élites escandinavas de la época. Esta variante pudo servir como precursor del más conocido juego de mesa germánico Hnefatafl, de la época vikinga (750-1050 d. C.).
Los científicos se muestran seguros que los resultados de la excavación en Ytre Fosse contribuirán con datos cronológicos más precisos al conocimiento de la importancia y el impacto social de esta clase de juegos en la sociedad local a la época previa a la expansión vikinga.
La ubicación del hallazgo está relacionada con una importante ruta marítima de la época a lo largo de la accidentada costa noruega que hacía más segura la navegación y permitía a las tribus locales gravar los bienes transportados. Según destacaron los investigadores, los múltiples túmulos funerarios que se encuentran en torno a esa zona son "testimonio de un panorama político" que estaba formado por poderosos clanes que se ocupaban del cobro de los gravámenes.