QUITO (AP) — Las autoridades de Ecuador autorizaron el miércoles el retorno a la educación presencial en 79 instituciones educativas de todo el país pese a que los nuevos casos de coronavirus se mantienen en ascenso.
El Comité de Operaciones Especiales, que dicta las políticas para enfrentar la emergencia sanitaria, autorizó “un retorno voluntario y progresivo a clases presenciales” mientras el Ministerio de Educación destacó que las familias de los estudiantes pueden mantener la educación en casa por cualquiera de las vías habilitadas por el gobierno como internet, radio y televisión en español y otras 12 lenguas indígenas.
.@andreschiri: Para los pilotajes en el marco del Plan de Continuidad Educativa "#JuntosAprendemos y nos cuidamos", la solicitud viene acompañada de la aplicación de los protocolos de bioseguridad, las instituciones se preparan con su comunidad. El retorno se da con alternancia. pic.twitter.com/cvoQ6ithSi
— Ministerio de Educación del Ecuador (@Educacion_Ec) November 11, 2020
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El retorno a las aulas debe cumplirse luego de que las instituciones educativas en conjunto con los padres y las autoridades elaboren un plan para cautelar la salud de los menores.
Un regreso entre un aumento de nuevos casos
El regreso a las aulas se produce en medio de un constante aumento de los casos del nuevo coronavirus, que en Ecuador ha contagiado a 175.711 personas y ha cobrado la vida de 12.849.
Las autoridades han evidenciado un creciente número de contagios, especialmente en la capital, luego de los feriados de octubre e inicios de noviembre, donde se vieron aglomeraciones y cierta libertad para la reuniones familiares y de amigos sin la debida precaución sanitaria.
Quito se ha convertido en la ciudad con más casos en el país, con 57.247, lo que motivó el llamado del viceministro de Salud, Xavier Solórzano, a observar las medidas sanitarias recomendadas.
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Los hospitales del sur de Quito registran una ocupación de más del 80%.
Entre marzo y abril la ciudad portuaria de Guayaquil registró escenas dantescas con cientos de cadáveres abandonados en calles y casas debido a que las autoridades y los servicios funerarios daban abasto para recoger los fallecidos por la pandemia.