Abogado mata a su hijo y a su esposa para luego suicidarse en Honduras

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Un enfurecido hombre acabó a balazos con la vida de su hijo y de su esposa en su casa de la colonia La Ceibita en el sector de Chamelecón, en el norte de Honduras.

Las víctimas son Ricardo Contreras y su madre Ana Delfina Sarmiento, quienes fueron ultimados por el abogado Ricardo Contreras.

El profesional del Derecho tras una acalorada discusión, por razones no establecidas, mató a sus familiares y luego se suicidó disparándose.

 

Los policías que llegaron al lugar, luego de las primeras pesquisas, confirmaron que no se trató de un hecho homicida, sino de un parricidio.

 

El abogado Contreras era el apoderado legal de la Secretaría de Seguridad en la zona noroccidental, donde tenía un buen comportamiento.

El cuerpo de Ana Delfina Sarmiento quedó en la sala de la vivienda, mientras que padre e hijo quedaron en una de las habitaciones.

Los vecinos de la familia Contreras-Sarmiento dijeron que las víctimas eran personas muy amables y queridas.

Indicaron que ellos tenían buen trato entre ellos y con las demás personas de la colonia La Ceibita, por lo que les extraña lo acontecido, informó el medio local La Tribuna.

 

Confinadas con sus agresores

Según el Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en 2018 más de 3.500 mujeres fueron víctimas de femicidio en Honduras.

Los países que registraron las tasas más altas fueron El Salvador (6,8 por cada 100.000 mujeres, Honduras (5,1) y Guatemala (2,0). Sin embargo, los datos reales podrían ser aún más alarmantes debido a las diferentes interpretaciones que los países le dan al término ‘femicidio’[1].

 

En Honduras, el Observatorio sobre la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma (Unah) señala que en 2019 al menos 406 mujeres fueron asesinadas. Una cada 22 horas.

“En un contexto de aislamiento social como medida para hacerle frente a la pandemia, muchas mujeres, niños y niñas se ven confinadas en un espacio con su agresor o posible agresor. Si a esto le sumamos la situación de miseria y hambre que hay en el país, vemos como esta medida las pone en una situación de mayor vulnerabilidad, aumentando el riesgo de violencia doméstica e intrafamiliar”, dijo a La Rel, Helen Ocampo, investigadora del Observatorio de Derechos Humanos de Mujeres del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).