Costa Rica registra 13 casos de mordeduras de perro

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Pese a las múltiples llamadas de atención que han emitido las autoridades costarricenses sobre las medidas de precaución para evitar mordeduras de perro, los casos siguen dándose, incluso de manera sostenida, pues al año se registran 31 casos en promedio.

Germán Guerrero, cirujano pediatra de la Unidad de Trauma del Hospital Nacional de Niños (HNN), explicó que en los últimos cinco años el comportamiento ha sido similar.

“Hay un promedio de 31 casos por año, este 2019 va parecido porque hasta junio se registran 13 casos. ¿Qué pasa? Hay muy poca prevención por parte de los dueños de los animales, a veces los tienen confinados en espacios reducidos o peor aún para fines lucrativos en peleas”, mencionó el especialista.

Guerrero señaló que se deben extremar medidas de prevención pues muchas veces la confianza juega una mala pasada.

Si no se conoce cómo se comporta un perro se debe desconfiar y evitar el contacto de los menores con los animales.

 

“La mayoría de los chicos que son víctimas de una mordedura de perro tienen entre 1 y 4 años y otro porcentaje significativo entre 5 y 9 años. La población especial son los chicos entre 1 y 4 años que están explorando el mundo y no miden el peligro, ven un perro y piensan que pueden acariciarlo”, explicó.

Usualmente los menores sufren lesiones en extremidades y cuello, con el agravante de que en el cuello hay más estructurales vitales que pueden comprometer la vida.

Graves casos 

Este año ha habido casos muy graves dentro de los cuales resaltan dos; uno de ellos el de una niña de 11 meses quien murió el 28 de enero.

En apariencia, la pequeña estaba acariciando a la mascota de su casa en Calle Blancos, un perro American Sttaford, pero el can la atacó.

La menor falleció producto de las heridas por las mordeduras en su cabeza, pues incluso le fracturaron el cráneo.

El segundo caso se dio hace 15 días en Tirrases de Curridabat, incluso la pequeña de un año y medio sigue hospitalizada.

“Son casos muy parecidos con animales de la misma raza. La primera falleció, pero la segunda topó con mucha suerte pues fue exactamente el mismo tipo de lesión que sufrió la primera con diferente grado de penetración. Incluso en esta otra chica la impresión de los dientes del perro quedó sobre el cráneo, no lo reventó como el otro perro que sí lo logró fracturar y por eso falleció la menor”, explicó.

La niña sigue recuperándose de las lesiones en el cuello y la cara porque estos animales por instinto atacan esas zonas vulnerables y vitales debido a que así doblegan a sus víctimas.

En el segundo caso, la menor fue con sus papás adonde un familiar que vive cerca de su casa para visitarlo y se le acercó al can, el cual la agarró del cuello y la cabeza, informó DIARIO EXTRA.