¿Posiblemente usted al igual que toda la sociedad se pregunte porqué hijos sin remordimiento alguno matan a sus padres?, ¿por qué alguien se cree en el derecho de arrebatar los sueños de una joven que apenas comienza a vivir?, ¿o porqué un padre intenta acabar con la vida de su propio hijo?.
“La violencia nace en el corazón de la persona, eso es excusa que la violencia viene de la casa, la violencia uno mismo la hace desde su corazón”, señaló Víctor Flores, habitante de Managua.
“Esto está en la palabra de Dios, los padres contra los hijos, los hijos contra los padres. Creo que es la falta de temor a Dios que un hijo mate a su padre de una manera tan cruel y tan fría, es falta de temor a Dios”, dijo Arelis Quiroz, capitalina.
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Todas estas interrogantes las desconocemos, pero para Luis Gutiérrez, pastor de la iglesia Bautista-El Buen Samaritano, la falta de valores en el hogar ha sido el detonante de tan violencia.
"Los padres están mimando demasiado a sus hijos, les compran buena ropa, calzado, carro, cunas y todo, pero no les dan educación, amor, educación cristiana, no los llevan a una iglesia, los tienen como aves de corrales, que solamente en que tengan salud y comida, pero nada de educación y enseñanza. Estamos haciendo daño a la persona que más ama o que más le ama. Las personas que nunca pensábamos, están cometiendo hechos vergonzosos", señaló el guía espiritual.
Desde lo psicológico
Para el psicólogo Nelson Valverde López, también consultado en el tema, asocia la violencia a ciertos mecanismos de opresión que ejerce la sociedad desde la infancia.
“Es muy importante que el niño y la niña tengan esa esencia y educación sobre las emociones, llorar cuando sienta ganas de llorar, reír cuando sientas ganas de reír y muchas veces las sociedades ocupan ciertos mecanismos, cierta opresión que evitan que el niño controle esas emociones. Entonces la agresividad se viene canalizando como una bomba de tiempo que cuando ya llegamos a la etapa del desarrollo es tanta la carga hormonal, afectiva y social llamada presión que de forma invisible nos obliga a sacar cierta impulsividad, en pocas palabras somos seres agresivos por naturaleza”, señaló el especialista.
Ambos consultados coinciden que el perdón de parte de la persona afectada es la mejor herramienta de sanación y por supuesto esperar que las autoridades competentes hagan justicia.
“Cuando la gente decide mancharse la violencia se hace más y nunca se va parar, después de un loco hay otro loco. Hay una justicia.”, agregó el pastor.
“La venganza es una reacción, todos deseamos que la otra persona pague o que sienta lo que estamos sintiendo, es una especie de sincronización que buscamos a nivel de venganza, pero al final lo importante es perdonar, y generar esta capacidad que no te moleste, no te duela ni que provoque ningún tipo de reacción, la venganza traerá que el ciclo de violencia sea más largo y no se rompa nunca”, señaló el experto.
La violencia terminará con un cambio de actitud
La falta de comunicación en el hogar está predominando y dejando la puerta abierta para episodios violentos.
“La falta de comunicación dentro del núcleo familiar que a veces los dispositivos nos vienen a desplazar una cena, una comida por estar todo el tiempo en el teléfono y eso es algo que nosotros mismos lo hemos permitido”, señaló el psicólogo.
“Necesitamos entender que hay necesidad de un cambio de actitud urgente que la gente necesita reflexionar meditar en su pasado y que necesita hacer un giro. El hombre necesita volverse”, dijo el pastor.
La importancia de la terapia psicológica
Los tratamientos psicológicos no son sólo para aquellos llamados “locos”, así como los tratamientos médicos no son sólo para enfermos crónicos; los tratamientos psicológicos pueden ser útiles tanto de forma preventiva como terapéutica curativa, pero esto radica en la voluntad de cada persona.