El obispo número 50 de la diócesis de León falleció la madrugada de este 23 de junio en la capital. El cuerpo de Monseñor Bosco Vivas, fue trasladado a la diócesis en la que sirvió para ser sepultado.
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Monseñor César Bosco Vivas Robelo, celebró su última eucaristía como obispo de León en agosto de 2019 en El Viejo, donde a los pies de la patrona de Nicaragua dio gracias por su fructífero ministerio episcopal de más de 28 años.
Este martes, el obispo emérito de León partió a la casa del Padre luego de permanecer ingresado durante varios días en un hospital capitalino, por lo que sus restos fueron trasladados a la diócesis en la que sirvió desde 1991.
A su paso por las diferentes ciudades que conducen hacia León, el cortejo fúnebre fue saludado por sacerdotes y feligreses, quienes oraron por el eterno descanso del obispo emérito, quien nació en Masaya el 21 de noviembre de 1941.
A eso de las 10 y 30 de la mañana el cortejo fúnebre con el obispo emérito ingresó a la Ciudad Universitaria.
Despedida
Diferentes congregaciones, fieles, parroquias y la población en general de León saludaron el paso del cortejo y de esta forma rindieron homenaje a los restos mortales del obispo mariano.
Ordenado como sacerdote en Roma en mayo de 1970 por manos del Papa Pablo VI y consagrado como obispo en 1981, Monseñor Bosco, dirigió la diócesis hasta que su renuncia fue aceptada por el vaticano en junio de 2019. A su llegada al templo madre de la diócesis, fue recibido por su sobrino, Monseñor Rodrigo Urbina.
La sirena y las campanas de todas las parroquias de la diócesis anunciaron el ingreso de los restos del obispo emérito a la catedral de León, donde fueron realizadas las exequias de forma privada, con la presencia de algunos sacerdotes.
Tras el oficio religioso, sus restos fueron depositados en una cripta a los pies del altar de Nuestra Señora del Carmen, en la nave lateral Norte de la catedral.