Saborear uno de los productos Alvir no tiene un elevado precio, pero sí un alto contenido histórico ya que su emprendimiento familiar tiene más de 100 años de existencia.
Según doña Yadira Azucena Alvir Dumas, ella aprendió este oficio de hacer pasteles, churros de queso, rosquillas y otras cosas de hornos a base de maíz de su mamá, quien les dejó la receta, pero esta tradición viene desde más atrás, una herencia de su abuelita quien la trabajó por más de 50 años y ahora ella tiene 53 años de trabajar en esto ya que lo aprendió a la edad de 5 años.
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Aquí desde las 4 de la mañana está preparando el horno, y el resto de la familia preparando la masa y los ingredientes para la elaboración de las rosquillas y las viejitas, producto que se elabora todos los días y que tiene una aceptación muy especial en la ciudad de Nandaime.
Relevo generacional
Doña Alvir Muñoz es una maestra retirada y ahora dedicada a esta labor que ha hecho una tradición a base de harina y maíz, la que también ha inculcado en sus sobrinas quienes ya son su relevo generacional en este trabajo que hace que los nandaimeños dentro y fuera del país puedan degustar riquísimos antojitos.
Ellos elaboran rosquillas, viejitas, pasteles de queso, piña, pollo, así como los churros de queso, además de otros bocadillos que les encargan para eventos especiales.
Alvir Dumas nos explicó que de toda Nicaragua llegan a buscar estos productos y que de paso pasan llevando estos productos a otros países, como a Norteamérica, Centroamérica, España, Suiza, Francia, Venezuela, Alemania y Arabia Saudita.
Pasión por el trabajo
Este es un trabajo diario y con mucho esmero para brindar la mejor calidad a sus clientes, por lo que ellos le ponen pasión a su trabajo y así no perder la calidad y que su clientela siempre esté satisfecha con cada uno de sus productos.
Su sobrina que lleva su mismo nombre Yadira Azucena Alvir Guevara de 21 años de edad, y quien representa la cuarta generación en este trabajo, estudia una carrera universitaria en el área mercantil.
Ella dijo que aprovechará sus estudios para no dejar caer la tradición, mucho menos perder la calidad del mismo, sino para expandir el negocio y herencia familiar y si algún día puede enseñar a sus hijos lo hará con mucho gusto.
El gobierno municipal está promoviendo estos emprendimientos con el fin de que ellos puedan ponerle un valor agregado.
