Un 21 de septiembre de 1956, el joven leonés Rigoberto López Pérez, ajustició al dictador Anastasio Somoza García, por lo que a sus 64 años de ese sacrificio, en diversos puntos del país se realizaron actividades conmemorativas.
Una de esas actividades se efectuaron en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, donde la comunidad académica organizó conversatorios y otras actividades culturales para honrar la memoria del héroe nacional Rigoberto López Pérez.
Te interesa: Nicaragua rinde tributo al héroe nacional Rigoberto López Pérez
"Formación en valores al desarrollo de la conciencia, porque los jóvenes tienen que conocer la historia y saber que hace 64 años un joven poeta de 27 años, marcó el fin de la dictadura somocista y entregó su vida para que nosotros hoy estamos disfrutando de la Revolución y estemos disfrutando de nuestro partido el Frente Sandinista, y que es a través también de nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional que tenemos la restitución de derechos, la educación gratuita, una Nicaragua libre, soberana, en paz y que eso es muy importante que los estudiantes y los jóvenes tengan esta conciencia y conozcan la historia y asuman el legado de jóvenes como Rigoberto López Pérez y además como es de Edwin Castro Rodríguez como Ausberto Narváez y Cornelio Silva", dijo la rectora de la UNAN-Managua, Ramona Rodríguez.
La UNAN-Managua entregó reconocimientos a Margarita Romero Meléndez y Oscar Danilo Romero Meléndez, sobrinos del poeta Rigoberto López Pérez y el diputado Edwin Ramón Castro Rivera, hijo del luchador leonés Edwin Castro Rodríguez.
Vida de Rigoberto López Pérez
Su nombre completo era Pascual Rigoberto López Pérez, quien nació el 13 de mayo de 1929 en León (a 100 kilómetros al occidente de Managua), siendo hijo de humildes personas.
Este ajusticiamiento que hizo Rigoberto López Pérez contra el dictador del país centroamericano, ocurrió a 100 años de la gesta heroica de la Batalla de San Jacinto, 14 de septiembre de 1856, donde el campesino y soldado Andrés Castro, derribó de una certera pedrada a un filibustero y que propició la derrota de William Walker, el ungido yankee (Estados Unidos), que quería ser presidente de Nicaragua.
El joven poeta leonés de 27 años de edad, el día del ajusticiamiento, pasó la tarde con su mamá a quien le leyó el poema: "Confesión de un soldado" y se vistió de camisa manga larga color blanco y pantalón azul, y se "coló" (se hizo acompañar), con un periodista para asistir a un baile donde también estaba el dictador Anastasio Somoza García, a quien se le acercó y sacó su revólver Smith and Wesson calibre 38 e hizo cinco disparos, cuatro de ellos impactaron en la humanidad del tirano Anastasio Somoza García e inmediatamente López Pérez recibió una gran cantidad de disparos muriendo en el instante en el sitio.
Durante la primera etapa de la Revolución Popular Sandinista (RPS), el 21 de septiembre de 1981, Rigoberto López Pérez, fue declarado Héroe Nacional.
Carta de Despedida
Mi querida mamá
"Aunque usted nunca lo ha sabido, yo siempre he andado tomando parte en todo lo que se refiere a atacar el régimen funesto de nuestra patria y en vista de que todos los esfuerzos han sido inútiles para tratar de lograr de que Nicaragua vuelva a hacer (o lo sea por primera vez una patria libre sin afrentas y sin manchas, he decidido aún con mis compañeros no querían aceptarlo, el de tratar de ser yo el que inicie el principio del fin de esta tiranía. Si Dios quiere que perezca en mi intento, no quiero que se culpe a nadie pues todo ha sido decisión mía.
(…) Espero que tomará todas estas cosas con calma y que debe pensar que lo que yo he hecho es un deber que cualquier nicaragüense que de veras quiera a su patria, debía haber llevado a cabo hace mucho tiempo. Lo mío no ha sido sacrificio, sino un deber que espero haber cumplido. Si usted toma las cosas como yo las deseo, le digo que me sentiré feliz. Así que nada de tristeza, que el deber que se cumple con la Patria es la mayor satisfacción que debe llevarse un hombre de bien como yo he tratado de serlo. Si tomas las cosas con serenidad y con la idea absoluta de que he cumplido con mi más alto deber de nicaragüense, le estaré muy agradecido",
Esa es la carta que le dedicó Rigoberto López Pérez a su madre (Soledad López), a quien al final de la misiva le puso: su hijo que siempre la quiso mucho. Rigoberto.