Las inundaciones dejaron al menos un muerto y once desaparecidos este sábado en el norte de Italia, mientras Venecia activó por primera vez el sistema de diques móviles para impedir las inundaciones.
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Un bombero voluntario murió durante una intervención en el Valle de Aosta, según defensa civil, y 11 personas están desaparecidas en el Piamonte, donde muchos pueblos, con calles y casas devastadas por el agua, están aislados del mundo, anunció la región en un comunicado refiriéndose a una situación "extremadamente crítica".
Diez personas están desaparecidas en la provincia de Cuneo y se están realizando búsquedas en Italia, pero también en el lado francés, en el departamento de los Alpes Marítimos.
Una undécima persona ha desaparecido después de que su vehículo cayera al río Sesia.
La ola de mal tiempo, con lluvias intensas y viento también azotó las regiones de Véneto, Lombardía y Liguria.
En Venecia, residentes y turistas se reunieron para asistir al empleo por primera vez del nuevo sistema de diques móviles para proteger la ciudad de las inundaciones, el fenómeno conocido como "acqua alta", una marea alta anormal que suele inundar hasta la famosa Plaza de San Marcos.
Ante la subida de las aguas por las lluvias, las autoridades de Venecia decidieron elevar la barrera de diques móviles para impedir la entrada del mar en la laguna y evitar así las inundaciones que sufre la ciudad, formada por 118 islas.
Marea alta de noviembre
"La plaza de San Marcos por el momento no ha sido inundada", explicó hacia las 11H00 local el capitán Marco Nobile de la Guardia Costera al canal de noticias RaiNews24.
El sistema había sido ensayado por primera vez con éxito en julio pasado.
El sistema de "impermeabilización" de Venecia, conocido con el nombre de Mose (Moisés), con 78 compuertas, tiene el objetivo de proteger el inmenso patrimonio artístico de la ciudad.
Venecia es víctima con frecuencia de la "acqua alta" que inunda docenas de tiendas, hoteles y monumentos, así como a la famosa plaza bizantina de San Marcos, como ocurrió en noviembre pasado, cuando sufrió una de las peores inundaciones de su historia.
Los venecianos intentan recuperarse tanto de la crisis desatada en el turismo por la pandemia de coronavirus como por la dramática marea alta de noviembre, cuando el nivel de las aguas llegó a 187 centímetros, el segundo récord histórico detrás del 4 de noviembre de 1966 (194 centímetros), que inundó el 80% de la ciudad.