La ola de frío que sacude el norte de Estados Unidos en los últimos días está dejando imágenes espectaculares. El temporal de frío extremo y nieve ha congelado las cataratas del Niágara, sepultadas bajo un manto blanco que cubre la fuerza de las cascadas tras varios días bajo cero.
El hielo y los arcoíris han formado toda una impresionante escenografía que ha cautivado a los turistas que sortean las bajas temperaturas para retratar el fenómeno.
Quizás te interese: Hombre sufre descarga al intentar robar conductor de 23.000 voltios
Desde atrevidas estalactitas, a eternos lagos donde las placas de hielo ganan terreno a las poderosas aguas, las cataratas del Niágara presentan, además, un impresionante baile de colores. Una imagen todavía más poderosa en cuanto la niebla del agua se congela al instante en su contacto con el frío.
Con todo, el fenómeno no es excepcional: ya en 2019, una tormenta del Ártico congeló las cataratas. Entonces se registraron unas temperaturas que alcanzaron hasta los 40 grados bajo cero.
Breathtaking views of an ice-covered Niagara Falls when a rainbow appeared over the skies pic.twitter.com/1A06BET7ZO
— Reuters (@Reuters) February 23, 2021
Pero el majestuoso retrato de las cataratas del Niágara no es el único efecto del frío que recorre Estados Unidos en la última semana.
Las bajas temperaturas se han cobrado la vida de una veintena de personas solo entre el norte de México y el sur del país. Millones de ciudadanos se han quedado sin electricidad y las aerolíneas han tenido que cancelar miles de vuelos.
Temperaturas no vistas en siglos
El frío polar ha sido especialmente duro en Texas, un estado que el presidente, Joe Biden, declaró zona catastrófica el sábado. Allí se han registrado temperaturas no vistas en siglos: -18ºC en Oklahoma City (la más baja desde 1889) y -24ºC en Dallas, la más baja desde 1930.
Otros territorios como Tennessee o Carolina del Norte han sufrido las consecuencias del invierno, con tornados, tormentas y sus consecuentes apagones y pérdidas económicas.
Las autoridades estadounidenses calculan que el temporal podría llegar a afectar a más de 200 millones de personas.