Un reportaje de un noticiero australiano de 1973 predijo el fin del mundo basándose en las conclusiones de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y una de las computadoras más grandes del mundo en ese momento, localizada en Australia, creada en el marco de un programa llamado World One.
Este programa fue ideado por el pionero de la informática Jay Forrester, del Club de Roma, un grupo de personas preocupadas por el futuro de la humanidad. Tanto lo estaban, que pensaban que el final de nuestra civilización se produciría en la década de 2040.
A principios de agosto, la Australian Broadcasting Corporation volvió a publicar en la Red el reportaje original y dio a los internautas dos años para entrar en pánico (o prepararse), dado que en este se advierte que la cuenta regresiva empieza en 2020, cuando se producirá un cambio importante que marcará el principio de un inminente desastre mundial.
Las predicciones impresas de la supercomputadora fueron proyectadas a través de un gráfico de líneas basado en diferentes factores, incluidos los niveles de contaminación, el crecimiento de la población, la disponibilidad de recursos naturales y la calidad de vida en la Tierra. Con estos datos, los investigadores del MIT pronosticaron que el mundo no podría sostener tales niveles por mucho tiempo si la humanidad no realizaba un "cambio drástico" en sus actividades.
"Alrededor del año 2020, la condición del planeta se vuelve muy crítica", afirma el periodista australiano de los años setenta dirigiéndose a los espectadores.
Te interesa: Descubren una rata con una planta brotándole sobre la espalda
"Si no hacemos nada al respecto, la calidad de vida se reduce a cero. La contaminación se vuelve tan grave que comenzará a matar a la gente, lo que a su vez hará que la población disminuya hasta niveles más bajos que en 1900", advierte.
"En esta fase, alrededor de 2040 a 2050, la vida civilizada tal y como la conocemos dejará de existir en este planeta", concluye el pronóstico el reportero.