Los nicaragüenses nos caracterizamos por ser gente alegre, creativa y positiva. Siempre destacamos por nuestro humor, hospitalidad y picardía.
Ejemplo de esto es un joven de San Pedro del Norte – Paiwas (una municipalidad de la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur), que se ha vuelto viral en las redes sociales por demostrar sus habilidades para narrar un partido de béisbol imaginario entre el Bóer VS Chinandega, grandes rivales del deporte rey de nuestra tierra de lagos y volcanes.
Fotos: Así de espectacular luce actor de "Rosalinda" a sus 52 años
Como si tal fuera Moisés Avalos Ruiz, periodista deportivo de Tu Nueva Radio Ya y Presidente de la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS) en América, la energía y dominio es tal, que el video ya lleva siendo compartido más de 900 veces en tan solo un par de horas y el talento del joven ha sido elogiado por muchos nicaragüenses que lo animan a narrar uno de los próximos juegos que se darán en el país.
El protagonista de este video, que aparece de gorra y con un tubo de pólvora simulando tener un micrófono, es la viva copia del Cronista Deportivo Moisés Avalos. Su narración y estilo es idéntico al de la figura del deporte, tanto, que hasta los anuncios se sabía y los adecuaba a su voz. ''El pitcher ya se prepara, echa un vistazo a corredor de primera base, se balancea, le tira y conecta batazo… Clase jugada, tira a segunda. Doble play, ruta 6, 4 y 3 la pusieron fuera'', es solamente una de las tantas cosas que dice en el video.
El deporte rey en nuestro país ha venido creciendo como espuma. Ejemplo de la influencia de este, es el nuevo estadio nacional Dennis Martinez, situado en el centro de Managua, lleva el nombre del considerado mejor jugador de béisbol nicaragüense de todos los tiempos. Martínez es el lanzador latinoamericano con más victorias en las Ligas Mayores con 245. Tiró un juego perfecto en 1991 contra los Dodgers de Los Ángeles cuando militaba en los Expos de Montreal. Las autoridades afirman que se trata de la mejor construcción deportiva en la historia de Nicaragua, con una capacidad para 15.000 espectadores.