Una extraña condición tiene un niño sirio, que lo convierte en un enorme polo de atracción magnética. Su cuerpo atrae todo tipo de metales, que se quedan pegados a su torso de una manera difícil de creer.
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Por eso, su familia pretende someterlo a avanzados estudios para saber qué es lo que ocurre con el. ¡Mirá el video!
El pequeño Zulfikar Ibrahim, quien vive en la ciudad siria de Latakia, descubrió su poder sobrenatural de casualidad, durante un almuerzo en el que se le cayó un cubierto.
"Estábamos comiendo y la cuchara se me cayó; la levanté pero se pegó a mi estómago. Me dejó asombrado", contó este pequeño "niño-imán". De inmediato, su abuelo le quitó la cuchara, "la limpió y volvió a ponerla en la bandeja".
De esa manera, pensaron que el episodio quedaría sólo en una curiosa anécdota, pero se equivocaron.
"Tomé un tenedor y una cuchara y se me pegaron al estómago de nuevo. Cualquier cosa hecha de hierro se me pegaba", continuó el chico, sin poder creer lo que le estaba pasando.
Ante la sucesión de estos inexplicables sucesos, sus abuelos quieren sacarlo de Siria para hacerlo examinar por médicos especializados que puedan hallar una respuesta a las causas de esta extraña afección.
"Nos preocupa el fenómeno. No quiero que le afecte a Zulfikar, queremos que este fenómeno o esta energía biológica sea estudiada en el exterior", contó el abuelo del muchacho, quien está dispuesto a hacer todo lo posible para saber qué es lo que ocurre con el pibe que se convirtió en un imán.
El de Ibrahim no es el primer caso de una persona que tiene cualidades magnéticas. En 2014, el niño ruso Nikolai Krugliachenko se hizo conocido por la capacidad de su piel para que se le peguen objetos metálicos.
No obstante, los médicos y físicos que se hicieron cargo del caso aún no lograron encontrarle una explicación. De hecho, la física no reconoce el magnetismo humano, que atribuye a fricciones entre los objetos, señaló Cronica.com.ar