Frank James, el hombre de 62 años acusado por el ataque a un vagón del metro que estaba con pasajeros en Nueva York, seguirá bajo custodia y sin derecho a fianza, que continúe en la cárcel es lo que ordenó un juez federal en los Estados Unidos en el tribunal estatal al que asistió este jueves.
James enfrenta cargos por abrir fuego en el metro de Brooklyn en Nueva York, según su abogada, Mia Eisner-Grynberg durante una breve audiencia, el detenido no hizo declaración de culpabilidad.
La abogada de oficio designada para James por el tribunal, Mia Eisner-Grynberg, accedió a que su cliente continúe bajo custodia de las autoridades federales sin fianza; aunque podría pedir más adelante la fianza al tribunal, de acuerdo con medios locales.
Sospechoso del tiroteo en el metro de Nueva York
La magistrada de Nueva York, Roanne Mann dijo que pediría a la Oficina Federal de Prisiones que le diera a James «atención psiquiátrica», como lo solicitaron sus abogados, así como pastillas de magnesio para los calambres en las piernas, en el centro penitenciario federal de Brooklyn donde está recluido.
Se detuvo al sujeto, cuando el mismo llamó a la policía y compartir su ubicación el pasado miércoles. En la llamada dijo que podían encontrarlo en un McDonald’s del barrio de East Village, en Manhattan. James no estaba cuando llegaron los agentes, pero pronto fue localizado, dijo el jefe del departamento, Kenneth Corey.
James lanzó bombas de humo e inició un tiroteo con su pistola 9 mm en un tren lleno de pasajeros en la mañana del martes, unas 10 personas resultaron heridas de bala. Según los fiscales, en el informe que redactaron este jueves; «disparó aproximadamente 33 balas a sangre fría contra pasajeros aterrorizados que no tenían dónde correr ni dónde esconderse».
La Fiscalía de Nueva York pedirá que el hombre siga detenido y calificó el tiroteo de premeditado y calculado. Según la información existente, Frank James llevaba un casco y vestía, como disfraz, una chaqueta naranja como la que usan los trabajadores de la construcción. Tras los disparos se despojó de estos elementos para evitar que lo reconocieran.
