En Ometepe, una familia completa, se salvaron de morir a causa de un potente rayo que al parecer impacto a varios metros de la vivienda; en donde habitan 11 personas. Aun asustado, el patriarca de esta familia, el señor José Andrés Barrios Hernández, de 69 años, relató que están con vida por obra de Dios.
“Ya todo lo hizo Dios, yo escuché un fuerte sonido y pensé que era el volcán y hasta pensé que se había rajado la tierra. Yo tenía a una nieta chineando y cuando sentí el rayo la deje caer y yo sentí en las piernas como tenía fuego, estaba inmóvil; el pecho me lo sentía entumido, en la parte de la nuca me quemó”, dijo don Andrés, uno de los afectados en Ometepe.
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Aún aturdido por el fuerte rayo, José Andrés Barrios, de 31 años, hijo de don Andrés; contó que jamás esperaron que el fenómeno natural impactara cerca de su vivienda y dan gracias a Dios por haberlos protegido.
“Después del rato no escucho muy bien, unas niñas también se quemaron, aquí estábamos todos y caímos al suelo. Mi papá cayó y entre dos lo agarramos porque ya no pudo caminar, nosotros escuchamos que trono todo. En total fuimos afectados 9 personas, pero tres fueron los más graves; sin embargo, damos gracias a Dios porque esto no paso a más”, dijo José, quien terminó un poco sordo después del suceso en Ometepe.
Marielo Barrios, hijo de don Andrés; manifestó que fue tanta la potencia del rato que hasta término haciendo pedazos un radio de batería que recientemente habían comprado.
“Este radio estaba nuevo, el rayo lo hizo tucos y allá cayó desbaratado, el parlante no supimos a donde fue a dar; seguro se lo chupó el rayo, también una tabla que está en la cocina, la rajó”, dijo Marielo Barrios, quien resultó ileso.
La niña de iniciales G. B. H. resulto con pequeñas quemaduras que por suerte no ameritaron mayor atención médica.
Los rayos son una poderosa descarga natural de electricidad estática, producida durante una tormenta; durante la tormenta se recomienda no usar aparatos como teléfonos, televisores, radios y otros, mismos que podrían atraer a los rayos.
Este suceso se registró en la comunidad Urbaite, de la iglesia católica, 500 varas al norte en Ometepe.