Con profunda tristeza, informamos del fallecimiento del Doctor Francisco José Arellano Oviedo, (Granada, 14 de noviembre de 1941 – Managua, 24 de Abril 2021. Fue Director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, Maestro, Lingüista, Editor, Lexicográfico, Poeta, Cuentista y Dramaturgo.
Tomó posesión el 26 de Mayo de 1995 con el discurso titulado “El objeto de la gramática: evolución y conveniencia de la función normativa”. Le respondió, en nombre de la corporación, el Doctor Enrique Peña Hernández.
Te puede interesar: ¡Monimbó es Nicaragua libre llena de amor y paz!
Secretario de Publicaciones, (1996-1998), Secretario Ejecutivo (1998-2002), Secretario (2002-2007; 2007-2011) y Director de la Academia Nicaragüense de la Lengua desde el año 2011.
Licenciado en Ciencias de la Educación, con posgrado en Currículo y Formación en Lenguas Clásicas y Filosofía. Ejerció la Docencia Universitaria en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua; en la UCA y en la Universidad Católica Redemptoris Mater. Fue Profesor visitante en la Universidad de Sevilla, España; la Universidad del Estado de Nueva York, en Oswego y en la Universidad Nacional de San Marcos, de Lima, entre otras.
Fungió como Presidente del Consejo Editorial de la revista Lengua, órgano oficial de la Academia Nicaragüense de la Lengua. Además como editor de Publicidad Arellano Vásquez, S.A. Así mismo se desempeñó como miembro de la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española en tres ocasiones.
Fue Secretario de Actas del XII Congreso de la ASALE. Representó a Nicaragua en la Comisión Interacadémica del Diccionario Panhispánico de Dudas, del Diccionario de Americanismos, de la Ortografía, en la que fue coordinador del área centroamericana, y del Diccionario de la Lengua Española para la XXIII Edición.
Muerte de Francisco Oviedo
Autor de libros de poesía, teatro y cuentos y del Diccionario del Español de Nicaragua. Fue galardonado con premios de Poesía Centroamericana (1970 y 1971) en Guatemala; la Placa de Reconocimiento por su obra Entre la sangre y el agua (1977). Esta fue otorgada por la Universidad Centroamericana; la Placa de Reconocimiento del Centro Nicaragüense de Escritores (2003). Al igual el Premio Nacional Rubén Darío (2005), y el Güegüense de Plata, (2007).
El Instituto Nicaragüense de Cultura, expresa sus condolencias ante esta sensible y triste pérdida para la Cultura Nicaragüense. También para su esposa Gloria María Blanco de Arellano, a sus hijos y Familia doliente.