Cientos de indígenas de Guatemala marcharon este jueves por la capital para recordar a los miles de muertos y desaparecidos de la guerra civil que entre 1960 y 1996 desangró a este país.
Vestidos con sus coloridos trajes y portando cruces de madera y fotografías de los familiares muertos durante el enfrentamiento bélico, los indígenas del altiplano occidental del país caminaron por varias calles y realizaron pequeñas ceremonias frente a los palacios de Justicia y Gobierno, con motivo del Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno.
«La dignificación para las víctimas tiene que pasar por el tema de la justicia y por reconocer que la mayoría de ellos fueron población civil sacrificada», dijo a la AFP el activista indígena Edwin Canil, durante la concentración frente a la Corte Suprema de Justicia.
El recordatorio de las víctimas este año coincide con la etapa final de un juicio contra dos militares acusados de someter a esclavitud sexual a 11 mujeres indígenas, además de asesinato y desaparición forzada.
«Hace falta trabajar mucho por el desarrollo de las comunidades, sobre todo por las comunidades que fueron duramente golpeadas» en la guerra, agregó Canil, secretario de la Asociación para la Justicia y la Reconciliación (AJR), querellante en varios procesos judiciales, entre ellos uno contra el exdictador Efraín Ríos Montt por genocidio.
En el homenaje a las víctimas de la guerra también participó la Nobel de la Paz 1997, la estadounidense Jody Williams, quien se encuentra en Guatemala para conocer la situación de los derechos humanos.
Williams fue acompañada por la líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, quien también recibió el mismo premio en 1992.
Antes de la conmemoración, el miércoles, organizaciones de la sociedad civil denunciaron un posible cierre del programa de gobierno para resarcir a las víctimas debido a una drástica reducción de fondos.
«Pedimos al gobierno atender a las víctimas (de la guerra) como prioridad» y «exigimos resarcimiento integral», se alcanzaba a leer entre las pancartas que portaban los manifestantes. Otras también resaltaban el castigo a los responsables de las matanzas.
La conmemoración, que se realiza cada 25 de febrero desde 2004, corresponde a la fecha en que la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), auspiciada por Naciones Unidas, publicó en 1999 un informe que documenta las atrocidades cometidas durante la guerra, la mayoría atribuidas al Ejército.
La CEH determinó que los 36 años de conflicto dejaron unos 200.000 muertos y desaparecidos. Las comunidades indígenas fueron las principales víctimas de las violaciones de los derechos humanos, según el informe.