La jueza del Tribunal Supremo de EE.UU., Ruth Bader Ginsburg, de 81 años, ha reconocido que llegó en estado de ebriedad al discurso anual de Barack Obama ante el Congreso, informa ‘The New York Times’.
«No estaba cien por cien sobria», admitió la jueza y explicó que se había dormido en el discurso del presidente por un «muy buen vino de California» que tomó en la cena anterior al evento.