Los secuestradores del Estado Islámico daban tan poca importancia a la religión que ni siquiera tenían un Corán, ha relatado un periodista francés que estuvo diez meses retenido en Siria.
«Nunca hubo discusiones sobre las escrituras porque no había discusiones religiosas sino políticas», relató Didier François, entrevistado por la CNN. «No tenían el Corán, ni tampoco querían darnos el Corán», agregó.
François fue liberado en abril pasado, siendo uno de los pocos rehenes a los que el Estado Islámico ha puesto en libertad.
El periodista francés compartió cautiverio con James Foley, el estadounidense cuya muerte inauguró una serie de ejecuciones de rehenes occidentales grabadas y difundidas por el Estado Islámico.
Entre los prisioneros actuales del grupo yihadista se encuentra una mujer estadounidense, algo confirmado por el presidente Barack Obama el pasado fin de semana.
François dijo haberla visto en dos ocasiones. No quiso precisar más detalles para no agravar su situación.
Las mujeres en general «tenían más libertad de movimiento» pero ser rehén del Estado Islámico «ya da bastante miedo» y «ser una mujer no lo hace más fácil».