El taxista Enrique Bonilla circulaba por la pista del colegio Benjamin Zeledón cuando repentinamente tuvo que hacer una maniobra para tratar de esquivar a un menor de 8 años.
El menor estaba jugando en la calle distraídamente y sin la tutela de un adulto. Luego se dispuso a cruzar en el momento en que Bonilla pasaba.
Y aunque no hubo pérdidas humanas que lamentar, sí hacemos un llamado a los padres de familia para que mantengan alejados a los niños/as de las calles y así evitar cualquier desgracia.
Lenín Franco