Al parecer el conductor de una camioneta que circulaba en el barrio San Judas, no pudo controlar el estado de ebriedad en el que se encontraba, ya que perdió el control del vehículo y luego de impactar contra un carro estacionado fue a terminar parcialmente incrustado en una vivienda, donde unos niños se encontraban jugando y que afortunadamente pudieron evitar ser impactados por este conductor que de inmediato fue trasladado al Distrito III por agentes del orden.
El dueño del carro estacionado daba gracias a Dios porque casualmente él estaba a la orilla de su carro al momento del impacto del que afortunadamente salió ileso, asegurando que unos segundos más y la historia hubiera sido otra.
Julio Cruz