Las impactantes imágenes del linchamiento de un toro durante una fiesta popular han conmocionado a la opinión pública colombiana y han reabierto el debate sobre la pertinencia de los espectáculos en los que se utilizan animales.
Mientras el alcalde de la ciudad defendió el acto diciendo que se trataba de una «tradición», el ministro de Justicia aseguró que se puso en marcha una investigación para identificar a los culpables.
El toro fue muerto con machetes, cuchillos, piedras y patadas durante una fiesta celebrada el sábado en Turbaco, en el norte de Colombia. Durante la celebración de las llamadas «corralejas» el animal fue toreado por aficionados hasta que el acto se salió de control y la turba le dio caza y empezó a golpearlo hasta matarlo. Las pocas imágenes que se tienen del acto, tomadas por un espectador con un teléfono celular, muestran a decenas de personas corriendo delante del astado al que más tarde consiguen tirar al suelo y comienzan a atacar.
La salvaje muerte del toro ha reavivado el debate sobre las fiestas taurinas en Colombia. Mientras en Bogotá se prohibieron las corridas de toros y el ayuntamiento discute qué uso darle a la preciosa plaza ubicada en el centro de la ciudad, en otras zonas del país se trata de una fiesta con gran tradición y muchos seguidores.
BOGOTA, Colombia (AP)