Un tribunal irlandés determinó el viernes que una mujer embarazada que está en estado vegetativo en un hospital debe ser desconectada de los aparatos que la mantienen con vida porque el feto no sobreviviría un parto.
El fallo emitido el viernes fue aceptado por abogados que representan los derechos de la mujer y los derechos del bebé sin nacer, que según la Constitución de Irlanda tiene derecho a la vida.
Irlanda tiene las más estrictas leyes antiaborto de toda Europa. Los médicos que atendían a la mujer habían rechazado los pedidos de la familia de desconectarla de las máquinas que la mantenían viva, una vez que el 3 de diciembre fue declarada clínicamente muerta, afirmando que legalmente no tenían derecho a quitarle la vida al feto.
El tribunal escuchó testimonios de siete médicos que coincidieron en que el feto «no tiene otro destino que el sufrimiento y la muerte». La mujer fue declarada clínicamente muerta cuatro días después de haber quedado gravemente herida por una caída.
DUBLÍN, Irlanda (AP)