Las autoridades de Wenzhou, una ciudad de la provincia china de Zhejiang, han prohibido a sus centros educativos celebrar cualquier tipo de evento relacionados con la Navidad por considerar que es una fiesta ‘kitsch’. Así se busca evitar la creciente influencia de Occidente sobre la cultura local.
Según informa el periódico ‘Global Times’, las escuelas de la ciudad, donde viven un millón de cristianos, han obedecido esta decisión al pie de la letra.
«No estamos suprimiendo las fiestas occidentales, sino que esperamos que las escuelas sean más equilibradas en este aspecto», explicó al diario uno de los funcionarios del Departamento de Educación municipal. «Los alumnos pueden estudiar las fiestas de Occidente, pero mejor que no se entusiasmen demasiado al respecto».
A la tendencia se sumó la Universidad del Noroeste, situada en Xian, la capital de la provincia Shaanxi. El Colegio Moderno, que forma parte de la misma, prohibió festejar la Navidad e invitó a los estudiantes a, en lugar de ello, atender la proyección de una película sobre Confucio en Nochebuena.
La sede universitaria estaba adornada con pancartas que rezaban: «¡Esfuércense para ser hijos e hijas excepcionales de China, opónganse a la invasión de las fiestas occidentales!», y «¡Resistan a la propagación de la cultura occidental!».