EE.UU. ha pagado más de 150 millones de dólares a varias empresas en Afganistán, que están acusadas de ayudar a financiar los ataques terroristas contra objetivos estadounidenses, informa una agencia gubernamental norteamericana.
«Es como si el Gobierno de Estados Unidos subsidia a los talibanes, Al Qaeda, la red Haqqani, a aquellos grupos que están tratando de disparar y matar a nuestros soldados», dijo la senadora Jeanne Shaheen, a ABC News.
Una lista ha sido elaborada por la agencia gubernamental SIGAR, el Inspector General Especial para la Reconstrucción de Afganistán, utilizando datos de los informes de investigación de Pentágono y las listas del Departamento de Comercio de EE.UU., la cual incluye a 43 empresas de Afganistán.
Entre ellas se encuentra una empresa de construcción de carreteras que es en parte propiedad de un dirigente de la red terrorista Haqqani, que fue acusado de un ataque a la Embajada de EE.UU. en Kabul que se cobró 16 vidas en 2011. Los expertos del Pentágono señalan que había una evidencia directa de que la empresa y sus propietarios facilitaron el funcionamiento de dicha red, y «aproximadamente 1-2 millones de dólares al mes fluyen a la red Haqqani para financiar sus actividades».
Sin embargo, el Pentágono se ha resistido a cerrar el flujo de dinero a estas empresas, explicando que «la información de los informes está clasificada», según el jefe de SIGAR, John Sopko, quien añade: «Eso es lo absurdo en esta situación. Probablemente podamos atacarlos mediante aviones no tripulados el lunes y el martes vamos a firmar un contrato conjunto».