Un emirato teocrático se está constituyendo en el norte de Siria a manos de uno de los grupos más radicales de la insurgencia. Rebautizaron una plaza céntrica de Alepo como la de los mártires del islam y ejecutan en la misma a los disconformes.
Así lo resume en una reciente publicación sobre la guerra en Siria el analista del sitio informativo ‘Novosti Kryma’ (‘Noticias de Crimea’) Boris Tatorin.
Instaurar el ‘Estado Islámico de Irak y Levante’ es un objetivo de los jefes del movimiento, que así se denomina, recuerda el autor. Se basaría en la sharia como un sistema de derecho e incluiría, a modo de un elemento clave, la obligación a todas las mujeres de llevar burka. Posteriormente ese estado debería formar parte del califato regional.
El mes pasado en las zonas controladas por los rebeldes estuvo marcado por una rígida campaña contra quienes no eran de su agrado, dice el autor. Los mercenarios, entre los cuales no había ningún oriundo sirio, mataban en la antigua plaza de Barbir (el nombre oficial hasta el momento) mayoritariamente a los intelectuales locales.
La población ya está intimidada por la práctica de la aplicación de la pena capital. A su vez, los terroristas no perciben como tales incluso a otros grupos rebeldes presentes en Siria. Consideran como delincuentes e infieles a los militantes del Ejército Libre Sirio. Ponen el mismo sello a todos los que no comparten sus convicciones y no luchan a su lado.
El grupo se origina en Irak, siendo una base de Al Qaeda. Aunque la política del primer ministro de ese país, Nuri al Maliki, casi lo desmanteló durante la ocupación estadounidense (2003 2011), la guerra en Siria les ha ofrecido una buena oportunidad para resucitar.
Precisamente el jefe de ese ‘estado islámico’, Abu Bakr al Bagdadi, conocido en Siria como Abu Mohammed al Golani, declaró en su momento la ‘guerra santa’ al presidente Bashar al Assad. Sin embargo, a comienzos de este noviembre el líder de Al Qaeda, Ayman Zawahiri, anunció, a través de un vocero, que ese líder de la fuerza antigubernamental abandonará próximamente Siria para centrar sus esfuerzos destructivos en Irak. El propio grupo, dijo, será disuelto próximamente y lo sustituirá el Frente Al Nusra como el única filial de Al Qaeda en el territorio sirio.