‘El Fukushima de EE.UU.’: La planta nuclear de California es una ‘bomba de relojería’

La planta nuclear estadounidense Diablo Canyon representa una amenaza potencial, ya que se encuentra en una zona de inestabilidad sísmica. Los especialistas llaman a un mayor revisión de sus reactores.

El exsenador del estado de California y geofísico Sam Blakeslee ha afirmado en un discurso esta semana que la posibilidad de «terremotos potenciales que afecten a la planta ha aumentado» y ha abogado por el aumento de los niveles de seguridad en el lugar, según el portal ‘Natural Society’.

La planta, con sede en California, está construida cerca de tres líneas de fallas geográficas, proporciona electricidad para más de 2,2 millones de personas en el estado más grande de EE.UU. y ya ha sufrido varios fallos significativos. Denuncian que esos incidentes fueron más peligrosos de lo que se pensaba y ya pusieron en entredicho la seguridad de la central.

Por su parte, la Comisión Reguladora Nuclear (NRC, por sus siglas en inglés) y el propietario de la planta, la corporación Pacific Gas and Electric Co. (PG&E), defienden con vehemencia la seguridad del sitio, al igual que Tepco en su momento aseguró que la planta japonesa Fukushima era segura.

Según agregó el portal, de acuerdo con algunas informaciones, un experto nuclear de alto nivel ya ha instado a la NRC a cerrar la planta hasta que se pueda determinar si los reactores son capaces de soportar la sacudida de cualquiera de las fallas cercanas, las cuales no fueron tomadas en cuenta durante su construcción hace décadas.