Hace 25 años un fatídico atentado narcoterrorista en Colombia acabó con la vida de 107 personas, que viajaban a bordo del avión de Avianca HK1803, que explotó poco después de haber despegado del aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Jaime Vanegas Sánchez, uno de los pasajeros de ese vuelo, siempre tuvo el presentimiento de que iba a morir en un avión, y se lo contó a su esposa Elizabeth Ballén, informa ‘El Espectador’.
«Flaquita, yo creo que me voy a morir en un pájaro de esos, estrellado en un cerro», dijo un día Jaime, y esa frase cobró sentido la mañana del 27 de noviembre de 1989, cuando el Boeing 727 de Avianca explotó en el aire, seis minutos después de haber despegado.
La tragedia dibujó claramente «el alcance terrorista de la organización que lideraron los narcotraficantes Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y otro mafiosos de la época», señaló en un comunicado la Fundación Colombia con Memoria, que reúne a los familiares de las víctimas de ese atentado, citado por la agencia EFE.
Según la Fundación, «la historia del HK1803, constituye uno de los episodios más graves en la guerra que libró la mafia contra la sociedad y el Estado en la década de 1980 e inicios de 1990, en un hecho que en 2009 fue declarado crimen de lesa humanidad por la Fiscalía General de la Nación».
En principio se creyó que la explosión del avión de Avianca, que cubría la ruta Bogotá-Cali, había sido un accidente, pero más tarde la justicia colombiana confirmó que el atentado terrorista tenía como objetivo al entonces precandidato presidencial César Gaviria Trujillo, quien supuestamente debía viajar en ese vuelo y a última hora decidió no abordarlo.
