El menor de 12 años de edad se encontraba en un centro de recreativos donde varios testigos habían presenciado como portaba un arma y apuntaba a algunas personas.
Tras una llamada a la policía denunciando la situación dos oficiales se presentaron en el lugar y pidieron al menor que levantase las manos a lo que éste se negó y según los agentes que han sido dados de baja temporalmente tras el suceso fue a coger lo que parecía un arma que guardaba en su cinturón que al final resultó ser de juguete.
Uno de los policías realizó dos disparos que acabaron con la vida del menor tras ser sometido a una operación, en el hospital al que fue trasladado en estado grave.
La policía recuperó el arma tras el tiroteo y comprobó que se trataba de una réplica de una pistola semiautomática que calificaron de ‘muy lograda’.