Imprudencia casi le cuesta la vida

Estacionar su carro en media calle sin dejar acceso a los demás vehículos, casi le cuesta la vida a Máximo Hernández Dávila de 36 años, a quien un enfurecido sujeto identificado como Francisco Guido, enojado de tanto pedir que moviera el vehículo, saco una pistola y le detono cuatro balazos, uno de estos impactó cerca de la placa, otro en la llanta delantera que terminó ponchada y un casquillo quedó sobre los parabrisas, salvándose de milagro al no ser impactado por uno de los disparos.

Miembros de la Guardia Operativa y peritos policiales levantaban la escena, mientras tratan de dar con el paradero del autor de los disparos, quien puede ser acusado por amenazas de muerte y exposición de personas al peligro.

Este hecho se registró del puente El Paraisito, tres cuadras al sur.

Benedicto Balmaceda