La proveedora de productos químicos Monsanto persuade a los agricultores indios para que compren semillas de organismos genéticamente modificados(OGM) para seguir expandiendo estos cultivos por todo el mundo, sostiene el activista Jeffrey Smith.
Se estima que un agricultor se suicida en la India cada treinta minutos. Durante más de 16 años, más de un cuarto de millón de agricultores se ha quitado la vida por culpa de la desesperación de no poder mantener a sus familias, asegura el Centro de Derechos humanos y Justicia Global (CHRGJ). Y una de las posibles razones de estas elevadas tasas de suicidio es la llegada de los cultivos genéticamente modificados a la India, advierte Smith en una entrevista a RT.
Según el activista, los agricultores indios se suicidan debido al fracaso de los cultivos Bt (genéticamente modificados). Investigaciones independientes confirman que «alrededor del 85% de los hogares de los agricultores en los que se produjo un suicidio está vinculado directamente al fracaso del algodón Bt y aproximadamente otro 10% se vincula indirectamente al fracaso del mismo», explica Smith.
El algodón genéticamente modificado causa una serie de problemas: no germina, tiene un peor rendimiento, fomenta la pudrición de la raíz, la deformación de las hojas o la infestación por parte de cochinillas. La calidad del algodón puede ser menor o requerir más trabajo para arrancarla de las plantas. Los agricultores también se quejan de recibir picazones y erupciones al tocar el algodón y a veces cuando su ganado pasta en las plantas de algodón después de la cosecha se producen muertes entre búfalos, cabras y ovejas.
Smith reveló también la estrategia con la que Monsanto empuja a los agricultores indios a comprar sus semillas de OGM: realizar las pruebas de campo en condiciones ideales, con riego. Sin ellas, las semillas no son tan buenas. Además, la corporación infló las estadísticas para prometer que este tipo de semillas son garantía de prosperidad, cuenta el activista.
Smith ve el objetivo de la firma en «usar la India, que es una de las mayores concentraciones de agricultores en el mundo, para que sea una fuente de ingresos para sus semillas, así como usarla para introducir muchas otras variedades de cultivos modificados genéticamente que podrían a partir de ese momento expandirse por todo el mundo».
«Quieren contaminar [el mundo] con sus cultivos genéticamente modificados para que nadie pueda competir después con los productos no modificados genéticamente puros», explicó.